Hay un pueblo en otra ciudad y no sé cómo se llama

Mostrando entradas con la etiqueta Gracias carnal por la sarandeada del otro día. Cualquier mala interpretación de este agradecimiento no pienso aclararla.. Mostrar todas las entradas
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20/4/09

מזל טוב o como dicen mis parientes Mazel tov

Para este vato por sus consejos
y su bikini amarillo




Acerca de dos sucesos significativos en mi vida:


El primero es sobre el impacto que me llevé ayer en la noche cuando me acosté. Encendí el televisor y en mi esfuerzo arduo con el control remoto, llegué al canal SONY y me detuve por un minuto para ver a una chica de cabello rosa. La sorpresa estuvo leve, me impactaron más sus berridos. Terminó de cantar una canción de Aerosmith y cuando me disponía a leer un texto sobre la distribución indígena en el sur de México (no pregunten), que veo al señor, el mismísimo, el don, el Dandy Tarantino en American Idol. Apagué el televisor y busqué en la mater red de información Google. Y sí, Tarantino fue mentor de los chavitos del reality. Me detuve un segundo y me di cuenta que sinceramente no era sorpresivo ni ajeno. Encendí nuevamente el telvisor y vi a Tarantino en su papel más recurrente: el niño nervioso que juega a ser maestro.



El segundo es sobre las luces de San Cristóbal. El viernes salí a cenar y me senté en el café donde estaban dos niños jugando con una rana de plástico. La noche estaba helada y una mujer me sirvió un café tibio y un par de mantecadas. Había unas turistas extranjeras en la mesa de enfrente. Supuse que las risitas eran porque hablaban de mi, de mis guantes de colores y mi gabardina verde. De un bocado me tragué las mantecadas y encendí un cigarro. Inútil fue mi esfuerzo por mantenerme aislado aquella noche, pues dos compañeros de la universidad llegaron y me dieron una palmadita en la espalda. Es tarde para que una señorita esté sola a estas horas de la noche, dijeron. Me reí, la verdad es que son dos tipos que me aburren mucho, uno de ellos es fan del reggeton y el otro como que se siente Locke y me puso de apodo Kant, con la creencia que a mí me resultaría el chiste más elaborado de la historia de nuestra "amistad". Traté de ignorarlos, ya saben, con movimientos constantes de cabeza, estiramiento de brazos y piernas y una que otra llamada inexistente al celular. Ambos hablaron de Lorena, la antropóloga en jefe del proyecto. Y mencionaron que Lorena usa aretes simpaticones, tiene unos que son dos pollitos tomados de las alitas, un día me dijo que también tiene de mariposas y gorriones. Para el caso, ella no es uno de mis temas favoritos de conversación. Jorge pidió una cerveza y esperó que yo hiciera lo mismo, pero como señorita tuve que disculparme y dar una explicación absurda sobre los caminos empredrados que hay por mi casa y el problema de la bicicleta y el artículo que tengo que escribir para el jueves. Marcelo y Jorge dijeron "este chilango aburrido parece provinciano", me cae que intetné que me diera gracia el seudochiste y les dije "yo pago la otra ronda", muy acá. Subí a la bicicleta y lo amarillo de la noche me recordó que tenía que ir a la tlapalería para comprar el foco del baño que explotó hace días y así dejar de orinar a obscuras.