Hay un pueblo en otra ciudad y no sé cómo se llama

30/4/09

El mundo acabará y yo sólo pego casitas y arbolitos minuatura

Influenza, influenza, influenza.

Acaso ya habrá salido el corrido de la influenza, o el reggeton de la influenza, o el Compayito ya tiene ciento veintitrés chistes al respecto. Lo anterior insertado con signos de interrogación. Ah, qué mal suena este párrafo.

La ciudad vacía. Yo opté por encerrarme con Efraín, en casa de mis padres. Dice que por el bien de mi salud mental él debería irse a vivir a San Cris conmigo. Efra es arquitecto y está preparando una maqueta para el proyecto con una empresa muy mamona. Me ha dejado que pegue un par de casitas y unos automóviles. Tengo dos dedos quemados por causa del pinchi silicón y no he dormido bien.

Estoy acostumbrándome al encierro con mi madre, que da vueltas de mi habitación a la de papá y saluda como si acabara de ver a Efra. Mi carnal es hipondriaco y ahora que la misma mujer nos ha dejado por un tercero o un cuarto, me toca consolarlo y decirle que el fin del mundo, el verdadero, se esconde en la water del baño. Que afuera el mundo interpreta. La ciudad está interpretando una gran puesta en escena, todos portan un disfraz similar, todos aparentemente tienen las mismas líneas. Todo parece el plato desproporcionado de ER.

26/4/09

Quien quiera subirse a un bote y huir, que no olvide llevar un sandwich y un boing


Cuando no se está demasiado seguro de nada,
lo mejor es crearse deberes
a manera de flotadores.


Cortázar




No estamos seguros si la cosa esta de la gripa porcina va a matarnos a todos, si moriremos en escasos días. No estamos seguros si todos permaneceremos o ella regrese o los amigos. Es un sentimiento, el que veo en algunos rostros en la calle, de querer despedirse con grandes alabanzas, como si verdaderamente fuera importante.

Veo en la habitación de mi padre, mientras está en reposo después de un infarto, que él, en cuestiones de horas ha cambiado. Esa expresión de arrepentimiento que aparentemente tienen todos los moribundos, los que estuvieron o están cerca de muerte. Sólo por algunos segundos cuando despierta para mirar las noticias, pone cara de complacido, de no morir por culpa de una marrano.
Miro en papá, con desagrado, que parece que de nada sirvió todo, si al final del juego, tendrán esa estúpida cara de desgajo, como un perro después de golpearlo con el periódico porque se orinó en la alfombra, la misma cara de una virgen después de no ser virgen, la cara de todas las madres que saben hicieron algo malo y sus hijos ya no las besan. Es la misma expresión que veo detrás de los cubrebocas en esta ciudad. Y es extraño, es como si estuviera aquí (en casa) como turista, como espectador de toda la crónica, con deseos de regresar a San Cristóbal para morir allá de algo menos ridículo: un accidente en bicicleta, un rapto, un levantamiento armado o que alguna turista francesa me asfixie mientras duermo.
Leí en varios blogs todo tipo de post sobre este asunto del fin del mundo en México.
Aquí la clasificación:

Existe el cínico que me hizo cagarme de risa como aquí .
Los depresivos que no se inmutarán ante el ridículo y aburrido deceso de la humanidad como aquí y aquí.
La que nada más me emboba por lo bonito que escribe como aquí.
La que hace contracampaña con su amiga para que nadie la pele por infecciosa como aquí.
La especulativa que recibe insultos como aquí.
La que no está en el ojo del huracán y lo lamenta como aquí.

Todos y cada uno de ellos no hacen la diferencia ni quieren. No existe tal cosa, sólo una red de información que para bien o para mal, hicieron que sobreviviera este primer fin de semana (que por destino traicionero) tuve que permanecer en el Defe.


20/4/09

מזל טוב o como dicen mis parientes Mazel tov

Para este vato por sus consejos
y su bikini amarillo




Acerca de dos sucesos significativos en mi vida:


El primero es sobre el impacto que me llevé ayer en la noche cuando me acosté. Encendí el televisor y en mi esfuerzo arduo con el control remoto, llegué al canal SONY y me detuve por un minuto para ver a una chica de cabello rosa. La sorpresa estuvo leve, me impactaron más sus berridos. Terminó de cantar una canción de Aerosmith y cuando me disponía a leer un texto sobre la distribución indígena en el sur de México (no pregunten), que veo al señor, el mismísimo, el don, el Dandy Tarantino en American Idol. Apagué el televisor y busqué en la mater red de información Google. Y sí, Tarantino fue mentor de los chavitos del reality. Me detuve un segundo y me di cuenta que sinceramente no era sorpresivo ni ajeno. Encendí nuevamente el telvisor y vi a Tarantino en su papel más recurrente: el niño nervioso que juega a ser maestro.



El segundo es sobre las luces de San Cristóbal. El viernes salí a cenar y me senté en el café donde estaban dos niños jugando con una rana de plástico. La noche estaba helada y una mujer me sirvió un café tibio y un par de mantecadas. Había unas turistas extranjeras en la mesa de enfrente. Supuse que las risitas eran porque hablaban de mi, de mis guantes de colores y mi gabardina verde. De un bocado me tragué las mantecadas y encendí un cigarro. Inútil fue mi esfuerzo por mantenerme aislado aquella noche, pues dos compañeros de la universidad llegaron y me dieron una palmadita en la espalda. Es tarde para que una señorita esté sola a estas horas de la noche, dijeron. Me reí, la verdad es que son dos tipos que me aburren mucho, uno de ellos es fan del reggeton y el otro como que se siente Locke y me puso de apodo Kant, con la creencia que a mí me resultaría el chiste más elaborado de la historia de nuestra "amistad". Traté de ignorarlos, ya saben, con movimientos constantes de cabeza, estiramiento de brazos y piernas y una que otra llamada inexistente al celular. Ambos hablaron de Lorena, la antropóloga en jefe del proyecto. Y mencionaron que Lorena usa aretes simpaticones, tiene unos que son dos pollitos tomados de las alitas, un día me dijo que también tiene de mariposas y gorriones. Para el caso, ella no es uno de mis temas favoritos de conversación. Jorge pidió una cerveza y esperó que yo hiciera lo mismo, pero como señorita tuve que disculparme y dar una explicación absurda sobre los caminos empredrados que hay por mi casa y el problema de la bicicleta y el artículo que tengo que escribir para el jueves. Marcelo y Jorge dijeron "este chilango aburrido parece provinciano", me cae que intetné que me diera gracia el seudochiste y les dije "yo pago la otra ronda", muy acá. Subí a la bicicleta y lo amarillo de la noche me recordó que tenía que ir a la tlapalería para comprar el foco del baño que explotó hace días y así dejar de orinar a obscuras.


19/4/09

Las sorpresas siempre vienen en paquetes difíciles de abrir porque alguien los envolvió mal

Muere J. G. Ballard y no fue en una bici de montaña.


No uso casco ni rodilleras

El pronóstico del día menciona que en San Cristóbal las temperatura máxima será de 28 grados centígrados. Hace un par de días salí a pasear por en la bicicleta de montaña que por razones que no vienen al caso, decidí mudar conmigo.
La crónica del suceso cuenta así: Iba acá embobado con los árboles, las plantitas que dice mi vecina son venenosas, uno que otro ruidín que me recordó la escena menos elaborada de King Kong (la nueva versión donde sale mi vieja Naomi), pero que para el caso lo que más me topo en el camino es a un carnal que se llama Faustino y se dedica a vender ropa en el mercado del centro. El ruco es buena gente, un día me invitó a tomar mezcal a su casa, pero yo iba rumbo a la uni y pues el deber con la comunidad (universitaria) pudo más que el coto con el Fausti.
Pues iba acá escuchando a Metallica en el iPod y no sé de dónde, cómo, en qué momento, cayó una piedra en el camino (y yo que era como Maggie en City of Angels, en esa escena pendejísima donde va la morra en el forever y la atropellan). No pude frenar, sólo observé el terreno y decidí dónde caer para que no me doliera tanto el golpe. El saldo: una pierna raspada, heridas en las manos, mi abuela siempre decía, "yeled, las manos", y de esa forma pude evitar destrozarme la cara.
Ya rumbo a casa, después del susto y con cinco cigarros encima, pensé en la imagen. Joven judío muere en ciudad chiapaneca, debido a un desperfecto con su bicicleta. Debido a las profusas heridas en el rostro, familiares y amigos sospechan que fue suicidio.

¿A qué huele el vinil?

Tirado en el sofá junto a la ventana, en quince minutos fumé ocho cigarrillos. Es tan jodidamente cliché tener un sofá dónde recostarme y mirar el jardín lleno de bugambilias.(Yo y mis joterías). Es estúpido que tenga las luces de casa apagadas, que me mutile con un whisky templado. Es más nefasto que resuma este momento como "mi momento" y no evite el mejor conocido como lugarcomundelaverga: suicidio con Karma police.
¿Fui valiente hace diez años? Ahora no siento nada. La recito de memoria, la destrozo con mi voz y no siento nada.
Es más, escucho Lucky y Paranoid Android y el cuarto no reduce en ninguna de sus pinches longitudes.
No siento ganas de salir a correr en el patio y gritar que moriré debajo de algún congelador del oxxo de la esquina.
No tengo ganas de salir y drogarme en casa de algún desconocido ni de besar los senos de Carlota.
Extraño el tiempo en que sacaba el librillo del
OK Computer e intentaba memorizar cada imagen y cada letra. Extraño mirarme en el plástico y balbucear this is what you get when you mess whit us, y que el mundo dejara de ser mundo y el temor se contuviera por unos 4:21 minutos.
Ganas de putear las ventanas y esperar los pasos de mi madre por la escalera. Aislarme en la litera e imaginar que detrás de la barda de mi casa, un pendejo pintaba con aerosol god loves his children.


Nota de último momento: Sí lo hice yo solito y no me parezco a naiden.


14/4/09

Los robos y violaciones ya no perfilan en los encabezados del Alarma


Todo es la acumulación de veinticinco años de una carrera para evitar la voz de mi madre. Ya sé las bromas y los lugares comunes de esta afirmación. Lo que trato de decir no es la infame confesión de arriba, sino que me admiro. No puedo dejar de hablar de mi y de mi yo frente a la ventana, donde veo mi cabello descompuesto y mis ojeras más pronunciadas. Algunos lo llaman "estar frente al espejo", yo prefiero decir que "me admiro".

Soy el tipo valiente que a los 13 años fue nombrado adulto, capaz de enfrentar su religión y costumbres solo y con absoluta conciencia del mundo que lo rodeaba.

Soy el tipo que cuando se masturba no deja de pensar en una hermana que nunca tuvo ni tendrá. El tipo que baja las escaleras eléctricas corriendo y partiendo madres. Soy un tipo repetitivo, obstinado, ególatra y mal fumador. ¿Por qué me fascinará hablar de mí? Repito, tengo la firme idea que mi madre tiene toda la culpa en este asunto.

Soy el tipo que las madres católicas veían feo y con un poco de compasión si me acercaba a jugar con sus hijos católicos. Soy la definición del cobarde que termina pecho tierra durante peleas en bares o estadios de fútbol. En algunas ocasiones alguien me preguntó qué haría si hubiese sido preso en un campo de concentración. Cuando tenía quince años y me hacían la misma pregunta, solía ser elocuente y muy respetuoso con un "sobrevivir" (el romanticismo de la pubertad. Repito, culpen a mi madre). Ahora, al paso de los años, la gente se ha vuelto cobarde y ya no me hacen tan divertida pregunta, porque sólo me dicen, tu familia debe tener historias muy interesantes, historias que he olvidado o no sé. Y me quedo parado, esperando que mi madre me llame a servirme knishes o alguna de las cosas exóticas que se comen en casa de mis padres. Repito, mi madre me obligó a comer chilaquiles y volverme adicto a ellos. ¿Acaso eso me hace un mal hijo de Yahvéh? Soy un pez devorado por gaviotas transgénicas y muy simpáticas.


10/4/09

No puedo con esto solo, porque la verdad sé que no soy Superman

Soy el pendejo que pasa una noche encerrado en su casa, haciendo trabajos forzados con el control remoto del televisor.

Primer combate: Jennifer Aniston con un vestido blanco semitransparente.

Segundo combate: Un doctor aproximadamente de cincuenta años que se dice llamar House y es cojo y aparentemente muy listote.

Tercer combate: Jesús en una cruz.

Cuarto combate: La vida humana se transforma y se destruye.

La mañana siguiente las imágenes siguen apareciendo como prostitutas en un malecón.

Quinto combate: Aeropuerto. Parece que todos han decidido escarparse este fin de semana largo. Han decidido que necesitan perseguirme a la playa, donde nadarán tres horas y el sol les quemará la espalda y axilas.

Sexto combate: La niña que está sentada detrás mío en el avión me pide de favor, enderece el asiento, la observo y le digo que cuandro crezca rogará porque el chico no enderece el asiento.

Séptimo combate: Una playa que conocí cuando tenía nueve años.

Octavo combate: Una botella de whisky. Nada de efectivo en la bolsa. Una habitación que deseo destrozar como si fuera un rockstar, sin embargo, seré el mismo chingatumadre que jugará una vez más con el control remoto del televisor y el aire acondicionado.




8/4/09

Never say nunca y Nunca digas never

La verdad no sé cuántos kilómetros hay del Distrito Federal a San Cristobal de Las Casas. Me vale madres y no lo buscaré en Google. Sin embargo, eso no evitó que mi nuca recibiera un partelamadre golpe limpio y helado. Lilia llegó hoy y tuve que recibirla, mirarla y estar con ella.

Es como estar modorro todo el tiempo, como levitar en un salón lleno de niños que desean golpearme los testículos con un palo de escoba y no puedo subir más ni bajar, sólo sigo en el mismo puto lugar.

Las noches (hijasdeputa) sólo son pasables si me inclino por el whisky y las dos cajetillas de Camel . Hay un apartado en toda esta historia, pero no estoy seguro de querer redactarlo. Preferiría ser críptico para así, dejarlo en duda también para este cabrón de mierda que sólo cena huevo con aceitunas.

Un carnal me dijo hace un par de horas que "soy el hombre más solo del universo", porque la quemadura de la mano (parafrasendo Fight Club) es una pinche burla al suceso doloroso de verme fragmentado y detenido en medio de cientos de habitaciones y rostros que no reconozco. Soy un extranjero hasta en esta página semi en blanco. La verdad es que no lo dijo así, pero yo le pongo mucha crema a mis tacos y me caigo re bien.

Quisiera ver mujeres chinas, brasileñas, uruguayas, suecas, islandesas, coreanas, inglesas, veracruzanas, tailandesas, italianas, cubanas; quisiera verlas a todas juntas. Contar las imperfecciones de cada una de ellas. Mirar detenidamente todas sus fisuras. Dejar que ellas rompan la copa, darme la vuelta y salir de casa.

Me describo como un niño huérfano, aunque mi madre y padre viven y son felices (eso me digo y me dicen), me rompolaboca porque quisera estar solo de verdad. Porque excusas sobran, porque justificaciones siempre nos mienten, porque Lilia y yo nos transformaremos en trozos de un elemento químico mortal, que quisera depositar sobre la cama, hacerla arder, empapar la habitación con gasolina. No dejar claro el crimen, no saber si fue ella o yo quien ha muerto esta noche. No saber si la pelota sigue brincando en el jardín o el sol se largó a otro pinche bar mejor.


7/4/09

Apuntes sobre la persecución de Batman (1)

El bien y el mal. La costumbre de definir incansablemente ambos conceptos. ¿Para qué? Resulta pertinente hacerse las siguientes preguntas:

¿La máscara por elección o la máscara por obligación?

¿Joker vs. Batman?

¿Batman vs. Batman?

¿La condición del hombre libre la porta el Joker?

Batman sufre. El Joker es un hombre dichosamente infeliz.

Pero ¿compadecer al héroe nos sirve de algo? Nos convierte en humanos que nos obligamos a conservar la máscara, ya que de lo contrario la no-cordura haría que explotara el universo y a nosotros con él.


6/4/09

I feel it move across my skin (O la idea reduccionista de que uno se va a morir)

Hace unas horas platiqué con un carnal que acabo de conocer. Cuando el destino te pone en caminos sumamente extraños y te deja viviendo en Chiapas, con un pinche calor de la verga y fines de semana tomando dos botellas de whisky (Jack Daniel's y Chivas Regal, ¿por qué mezclo? Por pinche mamón), la cosa es comenzar a hacerte una serie de preguntas, por más pendejas.

Al carnal que les menciono le gusta Tool, me recomendó que bajara uno de sus discos y me intoxicara con marihuana antes de escucharlo. Lo hice. Lo sigo haciendo. ¿Cómo extraña uno a alguien que no conoce? Es la serie de preguntas idiotas que me estoy haciendo en este momento. ¿Por qué extrañar sábados encerrados en un puto bar tragando todo el alcohol del lugar? Si no existen, en sí.

Le comenté a este carnal que tuve un fin de semana lleno de alcohol. El viernes me invitaron a una fiesta de una morra francesa que conocí y dice tener 16 años, pero la verdad creo que pasa de los veintidós. El caso es que la pinche fiesta estaba llena de niñas extranjeras. ¿Qué les pasa a los extranjeros que les fascina hacer alarde de lo bonito que es México? Un polaco se me acercó para pedirme que saliera a fumar a la terraza, sé que era polaco porque dijo algo así cómo: Me llamo Robert, soy de Polonia y quiero pedirte el favor de salir a fumar a la terraza. Claro, todo con un acentito molestito.

Francesas, polacas, suecas, inglesas, portuguesas, italianas, etc., pura pastelería fina, para que me entiendan. Seudo bailé con todas y me puse muy pedo. Me rescataron un par de argentinas buenísimas que me pidieron un lugar para pasar la noche. Dije, a ver, pendejete, vives solo y en una pinche casa toda vacía, si te niegas por aquello de que extrañas a Lilia, yo mismo, cabrón, me corto los huevos. Les dije con voz de alcohólico de barrio degenerado que si les incomodaba compartir la cama con un extraño, yo no tenía pedos de acogerlas.

Las dos rucas argentinas son novias y una tercera, la del departamento acá decidió botarlas por ser lesbianas demoniacas. Me dije, pero si las criaturas son dos ángeles que quizá y por el bien de mi psique, podrán hacerme espectáculo interactivo. Caminamos como dos horas, me contaron su vida y yo la mía. Al final llegamos a casa y abrí una botella de whisky, tomamos un par de copas y les ofrecí mi recámara. Eran las seis de la mañana, las escuché haciendo el amor y supe en ese momento que tenía que desempacar la otra botella de whisky antes que los gallos comenzarán a mamar y destruyeran las atmósfera donde yo escribo esto y escucho que dos mujeres comparten un trago de whisky conmigo y destruyen mi vida de manera tan honesta y amorosa.

2/4/09

Hombre Münchhausen

Me apestaban los pies por causa del Trichophyton rubrum (un hongo hijodeputa) porque olvidé las sandalias de baño en el armario del club deportivo, donde practico tennis con el chupavergas de Efraín. Así que esa mañana decidí tomar una ducha a pie raso, en el baño del otro club deportivo donde nado dos horas todos los miércoles.

Llegué a casa un miércoles en la noche y la cándida de Lilia me tenía un regalito en la mesa de la cocina. ¿Una cena chingona? ¿Una selección de lencería en tonos oscuros? ¿Una invitación para una velada con otra chica? ¡Ni madres! La pendeja me entregó una caja de Silka Medic y me dijo que era para demostrarme el amor incondicional que sientía por mí.

Dos miércoles siguientes, haciendo absoluta obediencia a "el amor incondicional que sentía por mí", me lavé las patas antes de acostarme con ella, sin embargo, ella mencionó que había decidido irse a España para acompañar a Paulina en un retiro espiritual-emocional.
Concluí que el Silka Medic era una mierda y fui a ver un doctor especialista en problemas relacionados con el Pie de Atleta. El doctor me preguntó si yo era atleta. Le dije que por supuesto, que además de mis chilaquiles y mi vieja, el deporte me mantenía vivo. Me recetó unas píldoras y un ungüento poderosísimo para que en menos de cinco días, mi problema estuviera resuelto.

Llegué a casa temprano para darle la sorpresa a Lilia y la encontré en el comedor llorando. Me contuve y con tono de hombre enamorado le pregunté qué sucedía. Lilia en un arrebato de cobardía confesó que estaba enrollada con Efraín y que volaba esa noche rumbo a España para solucionar todos sus problemas. Me contuve nuevamente y le pedí la verdad (la cual se convirtió en una repetición infinita de las mismas palabras arriba mencionadas).

El hecho es que Yo justifiqué el acto de Ella por causa del Hongo, sin contemplar que éste último no podía justificarse o defenderse de E fraín, el cual se justificó debido a que Ella sufría porque el Hongo había invadido su espacio vital.
Pero si H(ongo) vino de un D o un C que nunca terminó su tratamiento de Silka Medic; la puta cadena nos remontaría a un hombre sentado en una cueva lamiéndole la cresta a un gallo.


1/4/09

Discípulo de Ivanov

Será que todos los hombres en algún momento de nuestra vida NOS sentimos Billy Elliot, menos los maricones, es importante puntualizarlo, ellos pertenecen a otra estirpe que quizá sea la de Breakfast on Pluto. El McCabe se ha de estar surrando de mis mamadas (por no tenerlas).

Billy Elliot = El mocoso de un pinche pueblo inglés que tiene la suerte de poseer una estructura ósea más verga que la de los demás pendejitos de la escuela. El wey cagado-reprimido que es seleccionado para estudiar en una academia de ballet fancy, donde siempre será el diamante en bruto, el pobretón que nació con estrella, el hijodeputa que le pintó huevos a todos porque es Sigfrido y tiene una Odette eslovaca ampliamente flexible.

Pero cuando la historia la escupe la putona de Odette, el Billy Elliot chiapaneco naturalizado es:

Un hombre que rehusa desempacar 27 cajas de pura mierda, que besa su Mac ocho veces al día, que alucina con que la ex novia lo visita en su nueva casa, sin embargo, la única mujer que se para por mi casa es la que arregló todo el papeleo de la mudanza.
Un Sigfrido que tiene pereza de cagar.