Hay un pueblo en otra ciudad y no sé cómo se llama

13/5/09

Ataque zombie debajo de la cama

Las múltiples posibilidades de un texto.
Desenredar en miles de hojas un texto breve (por breve me refiero a dos línea, diez líneas, veinte, máximo)

¿Cuáles son las virtudes de un texto breve?
¿Sólo existe una fórmula?
¿Si dominas la fórmula ha dejado de interesarte escribir?

Ahora bien, preguntas sin respuestas, por lo menos no de mi parte.
Se ha satanizado la brevedad de los textos, ahora más desde el surgimiento de blogs de creación literaria (escritura cretiva, dirán algunos). Los post deben ser breves, abiertos, con punch. Esto ha generado que la brevedad esté entrando en un submundo de las múltiples posibilidades de construir un texto.
La novela sigue dominando en las editoriales. Si eres escritor, por lo menos serías un escritor más respetado si te das a la tarea engorrosa de escribir una novela; más probable que te publiquen de esa manera que si te dedicas a los aforismos.
"La novela es como las parejas, el amor nace de la costumbre. Lo otro es una noche de placer y ya."

No sé. Esto sólo son apuntes de una reflexión pitera que tuve mientras miraba el muro blanco de mi habitación. Muro blanco en lugar de salir a las bellas calles chiapanecas y ver saltar ranas o besar a una niña con falda a cuadros.


6/5/09

Una mujer con tapabocas me pidió la hora



Un lápiz dibuja una especie de pecera. En ella nadan tres peces de colores varios. Me detengo y dibujo una estrella de mar. Todo esto sucede mientras el último trago de whisky resbala por mi garganta. Pienso en los pechos de Scarlett Johansson, trato de hacer memoria para darme cuenta que no tengo claro si en alguna película ella ha salido completamente desnuda. Decido darme una ducha y escuchar el nuevo disco de The Killers. En meses no he bajado ningún otro disco ni por equivocación. Me resisto a borrar archivos de música malísima que consideraba hace un par de años, la nueva ola creacionista de la música. Me doy cuenta tristemente que mis gustos musicales y pictóricos no se han modificado en cinco años. Tengo la firme idea que Van Gohg es el mejor pintor de todos los tiempos y que Caifanes es la panasea del movimiento (¿movimientos?) musical del siglo XX.

Para el caso, el idiota iPod pone una canción de Tv on The Radio y comienzo a bostezar. ¿Acaso la vida de soltero resulta tan predecible? Digo, cualquiera que me viera decubriría en cinco minutos que todas las mañana me despierto, enciendo un cigarro, me coloco los lentes y enciendo la Mac. Primero reviso mi mail, toda la bandeja de entrada está llena de veinticinco mensajes del Facebook, entre invitaciones a grupos de pintura, música, literatura, chismes, etc., toda la horda de gente desconocida que ha aceptado mis invitaciones para que me agreguen a su FB (invitaciones que no recuerdo haber enviado), uno que otro mail del trabajo donde dice que reunudaremos clases después del 6 de mayo, un mail de una amiga que vive en Oaxaca y otro sobre la síntesis informativa de la Academía de Cine.

Selecciono todos los mensajes y los elimino. Me estiro en la silla y enciendo otro cigarro. Decido revisar los mismos blogs de siempre, la mayoría de ellos escriben cosas que no comprendo. No hago ningún esfuerzo por hacer una segunda lectura. No tiene caso, todo lo que se escribe en los blogs es saludablemente desechable, así que mejor soy paciente y espero al siguiente día para leer de nuevo los blogs y quizá por fin haya algo que me excite o me deje menos aburrido. Un carnal en el messenger hace rabietas por la discriminación hacia los mexicanos en todo el mundo. A mí sinceramente me da igual.


Imagino a toda la gente, oficinistas en su mayoría, que aún suben al metro o camiones con cubrebocas. En el avión de regreso me obligaron usar un tapabocas verde durante todo el viaje. Aún lo conservo. Hace un poco de frío en la casa. Me cargo mi gabardina verde y salgo al jardín. Quisiera sentirme solo, deprimido, enojado, sin esperanza.


Regreso al escritorio, recuerdo un texto de Vila-Matas e imagino a un niño de trece años que sale a caminar por las vías del tren que pasa todos los días a las cinco de la tarde, frente a su casa. El chico no piensa suicidarse hasta que descubre que su madre le hace sexol oral a Lucía, la vecina de la casa celeste, la misma mujer que un día le metió el dedo entre las nalgas, cuando él tenía ocho años.


Me río y sigo con el dibujo de la pecera, mientras en la televisión un argentino habla de un nuevo shampoo para hombres.




5/5/09

Mazel tov, loco

Pensé en la manera de desaparecer este lugar. Es como mudarse. Quitar los pegotes de la pared, guardar la ropa sucia de cama en una bolsa de basura. Tendría que conseguir mínimo dos cajas donde puedan caber la pocas cosas que construí aquí. Jamás había estado tan poco tiempo en un lugar. Siempre me corren o salgo completamente borracho.

La estampita en la ventana dice: Suprimir este blog.

Para el caso tengo toda revuelta la cabeza. Quizá sea que llevo tres días sin dormir, entre papeles que leer y cosas que redactar; también en todo lo que he tenido que pensar. Nunca había estado despierto pensando en lo que viene al día siguiente y al siguiente y al siguiente. Mañana regreso a trabajar.
Soy altanero, pero no es mi culpa. Soy soberbio, pero no es mi culpa, soy idiota pero no es mi culpa. Fue de ella, hermano. No cuento con un buen discernimiento, es como estar castrado.
Quizá hice lo mismo que me hizo Efraín. Se lo hice a otro amigo. Y hasta ahora me doy cuenta que la culpa era de Efraín, el fue el verdadero asesino. Pero cuando otra persona aparece es muy seguro que pague todo el desmadre que traemos cargando. En este caso, fue un "nuevo" amigo al que le mentí. Le mentí por pocos huevos, por cobarde, por miedo y por pendejo.



No olvido aquella noche en la que quise ir y tocar tu puerta y decirte "Hola, amigo, traje whisky", porque sí tenía whisky y cigarros en la mesa de la casa, lo juro. Pero qué decir. Me hice cirugía y soy mujer. Una vil mamada.

Espero que tú no olvides nunca. Que no te detengas en contemplaciones, en piedad, en perdón.
Es cierto, uno aveces no se merece una segunda oportunidad o las que siguen.
Igual que yo, carnal, no te detengas en una explicación noble respecto a la mentira. La mentira no es noble ni la más piadosa ni necesaria. Salvar a tu enemigo es, de alguna u otra manera, asegurar una muerte cruel.
Una reverencia porque jamás había jugado tan limpio y emocionado. Siempre respeté al contrincante, al compañero, a la víctima y al victimario. Y la cancha sigue ahí. Volé el balón intentando tirar autogol.




30/4/09

El mundo acabará y yo sólo pego casitas y arbolitos minuatura

Influenza, influenza, influenza.

Acaso ya habrá salido el corrido de la influenza, o el reggeton de la influenza, o el Compayito ya tiene ciento veintitrés chistes al respecto. Lo anterior insertado con signos de interrogación. Ah, qué mal suena este párrafo.

La ciudad vacía. Yo opté por encerrarme con Efraín, en casa de mis padres. Dice que por el bien de mi salud mental él debería irse a vivir a San Cris conmigo. Efra es arquitecto y está preparando una maqueta para el proyecto con una empresa muy mamona. Me ha dejado que pegue un par de casitas y unos automóviles. Tengo dos dedos quemados por causa del pinchi silicón y no he dormido bien.

Estoy acostumbrándome al encierro con mi madre, que da vueltas de mi habitación a la de papá y saluda como si acabara de ver a Efra. Mi carnal es hipondriaco y ahora que la misma mujer nos ha dejado por un tercero o un cuarto, me toca consolarlo y decirle que el fin del mundo, el verdadero, se esconde en la water del baño. Que afuera el mundo interpreta. La ciudad está interpretando una gran puesta en escena, todos portan un disfraz similar, todos aparentemente tienen las mismas líneas. Todo parece el plato desproporcionado de ER.

26/4/09

Quien quiera subirse a un bote y huir, que no olvide llevar un sandwich y un boing


Cuando no se está demasiado seguro de nada,
lo mejor es crearse deberes
a manera de flotadores.


Cortázar




No estamos seguros si la cosa esta de la gripa porcina va a matarnos a todos, si moriremos en escasos días. No estamos seguros si todos permaneceremos o ella regrese o los amigos. Es un sentimiento, el que veo en algunos rostros en la calle, de querer despedirse con grandes alabanzas, como si verdaderamente fuera importante.

Veo en la habitación de mi padre, mientras está en reposo después de un infarto, que él, en cuestiones de horas ha cambiado. Esa expresión de arrepentimiento que aparentemente tienen todos los moribundos, los que estuvieron o están cerca de muerte. Sólo por algunos segundos cuando despierta para mirar las noticias, pone cara de complacido, de no morir por culpa de una marrano.
Miro en papá, con desagrado, que parece que de nada sirvió todo, si al final del juego, tendrán esa estúpida cara de desgajo, como un perro después de golpearlo con el periódico porque se orinó en la alfombra, la misma cara de una virgen después de no ser virgen, la cara de todas las madres que saben hicieron algo malo y sus hijos ya no las besan. Es la misma expresión que veo detrás de los cubrebocas en esta ciudad. Y es extraño, es como si estuviera aquí (en casa) como turista, como espectador de toda la crónica, con deseos de regresar a San Cristóbal para morir allá de algo menos ridículo: un accidente en bicicleta, un rapto, un levantamiento armado o que alguna turista francesa me asfixie mientras duermo.
Leí en varios blogs todo tipo de post sobre este asunto del fin del mundo en México.
Aquí la clasificación:

Existe el cínico que me hizo cagarme de risa como aquí .
Los depresivos que no se inmutarán ante el ridículo y aburrido deceso de la humanidad como aquí y aquí.
La que nada más me emboba por lo bonito que escribe como aquí.
La que hace contracampaña con su amiga para que nadie la pele por infecciosa como aquí.
La especulativa que recibe insultos como aquí.
La que no está en el ojo del huracán y lo lamenta como aquí.

Todos y cada uno de ellos no hacen la diferencia ni quieren. No existe tal cosa, sólo una red de información que para bien o para mal, hicieron que sobreviviera este primer fin de semana (que por destino traicionero) tuve que permanecer en el Defe.